Desde la implementación del sistema de emisión electrónica en el 2014, distintas empresas se vienen sumando a la digitalización. De esta forma, de las siete mil empresas que emiten de esta forma –registradas en un inicio-, el año pasado se superó la vaya de las 100.000 mil empresas, donde más del 85% está emitiendo de manera voluntaria, reportó hoy Sunat.
Siguiendo esta tendencia, para el presente año se tiene previsto continuar con la masificación de la factura electrónica con la incorporación gradual de más de 102 mil contribuyentes obligados a emitir facturas y otros comprobantes electrónicos.
El cronograma se inició en enero último donde más de 21 mil empresas (Principales Contribuyentes Nacionales y Regionales así como agentes de percepción y retención) deben cumplir esta obligación tributaria.
Habrá otro grupo que se incorporará en mayo (proveedores del Estado, inscritos en el registro de Insumos Químicos y exportadores), agosto (empresas de manufactura, construcción, hoteles y restaurantes) y noviembre de este año (contribuyentes que al 31 de diciembre del 2016 hayan tenido ingresos mayores a 150 UIT).
Así, para el 2019 y 2020 se prevé la incorporación al sistema de emisión electrónica de todas las microempresas.
De esta manera, se estima que más del 60% de las operaciones gravadas con el IGV del país se realizarán con factura electrónica. La cifra llegó al 32% el año pasado.
En términos de facturas emitidas también se aprecia un crecimiento significativo año tras año. De 15 millones de facturas en el 2014, se tiene el registro de más de 188 millones al cierre del año pasado. En los cuatro años se ha acumulado un total de 382 millones de facturas emitidas y se estima que al finalizar el presente año la cantidad de facturas electrónicas se duplique.
El uso de la factura electrónica representa una serie de beneficios para las empresas en cuanto a la gestión de su negocio, la mejora de la productividad por optimización del proceso y sistemas de facturación, mejora en el cobro de la factura integrándolo con medios de pago electrónicos y la factura negociable electrónica.
Además, existe un ahorro aproximado del 60% de costos en la impresión de papel, tiempo y costos de distribución y archivo y se mejora la gestión de relaciones con sus clientes a través de medios magnéticos.
Fuente: El Comercio